Vicente Arias trabajaba como aprendiz en un taller de ebanistería de Ciudad Real a los dieciocho años y posteriormente abre su propio taller en la calle Paloma de la misma ciudad ya con gran fama y prestigio.
Entre 1878 y 1879 el conocido guitarrista y compositor Francisco Tárrega le encarga a Arias una guitarra de tamaño más pequeño que el canon normal para que se pudiera adaptar mejor a sus características físicas y artísticas; el resultado fue tan satisfactorio que desde entonces fabricó ese nuevo tamaño estándar y creó escuela.
En los años 1898 y 1900 comienza a aparecer su nombre en las guías comerciales o Anuarios del Comercio Bailly-Baillière como fabricante de guitarras en Ciudad Real. En las ediciones posteriores aparece con residencia en Madrid, donde ha trasladado su negocio, ya que la gran mayoría de sus guitarras las vendía en la capital del reino y tenía que trasladarlas allí. Instaló su taller en la calle Santa Isabel, 20, y su domicilio particular en la calle del Álamo, 3, donde vivió hasta su fallecimiento, el 19 de enero de 1914.