Esta guitarra fue construida en Ciudad Real en la década de 1880, los dos últimos números de la fecha no se aprecian debido al desgaste de la etiqueta.
Es sin duda un instrumento de gran relevancia histórica, siendo una joya sonora y una verdadera rareza en el mundo de las guitarras. Su distinguido luthier, Vicente Arias, nacido en Ciudad Real, ha dejado un legado inmortal con esta obra maestra. Esta guitarra en particular destaca por su tamaño inusualmente pequeño en comparación con las guitarras convencionales de la época, lo que la convierte en una pieza excepcionalmente única.
Hay una anécdota reseñable explicada el libro Vicente Arias, The forgotten luthier 1833 – 1914, obra de Siegfried Hogenmüllerm que explica como Francisco Tárrega le encargó a Arias la construcción de una guitarra con tamaño mucho más pequeño que fue diseñada por el propio Tárrega para distintos usos que Tárrega tenía en mente. No hay que olvidar que además de esta guitarra conservamos fotografías de Tàrrega tocando guitarras de Vicente Arias.
La tapa es de pino abeto, los aros y el fondo son de arce, y el puente de palosanto. Los palillos son mecánicos, y la cabeza es característica de Arias.
El sonido que emana de esta guitarra es simplemente increíble y posee un encanto cautivador que hipnotiza a todos los oyentes. A pesar de su tamaño más pequeño al habitual, esta guitarra Vicente Arias produce un sonido sorprendentemente resonante y completo. Cada nota que se toca en este instrumento tiene una calidez y una riqueza en los matices que envuelve el ambiente con una belleza incomparable.
Es comodísima de tocar, y todos los estilos de música resuenan con naturalidad y dan vida al repertorio. El timbre destaca por tener una de las voces más bonitas que hayamos escuchado en una guitarra.
La guitarra ha sido restaurada y está en perfecto estado y en plenas condiciones de ser tocada.