Guitarra

M. Aguado y V. Hernández 1972

Autor:Aguado Y Hernandez
Año:1972

M. Aguado y V. Hernández 1972

Esta guitarra de M. Hernandez Y Aguado  de 1972 está catalogada como la N.º 103

 

Lleva una dedicatoria manuscrita en la etiqueta en la que se lee:

Para nuestro operario con cariño.

M. Hernández Y Aguado.

Este detalle resalta la colaboración y el aprecio entre los maestros luthiers y sus colaboradores.

CARACTERÍSTICAS
Tapa:Cedro
Aros y Fondo:Ciprés Español
Puente:Palosanto
Diapasón:Ébano
Clavijero:Mecánico Goto
Barniz:Gomalaca a muñequilla
Cuerdas:Nylon y Niquel
MEDIDAS
Escala:661 mm
Altura Total:990
Altura cuerda 6 traste 12:3,25 mm
Altura cuerda 1 traste 12:2,75 mm
Ancho de Cejuela:51 mm
Ancho de Selleta:82 mm
Peso:1290 gr
Peso Clavijero:168 gr
DETALLES
Luthier:Aguado Y Hernandez
País:España
Ciudad:Madrid
Año:1972
Número:103
Restaurada:No
Estado:Casi nuevo

La guitarra M. Aguado y V. Hernández del año 1972, número 103, es una verdadera joya en el mundo de las guitarras clásicas. Esta guitarra representa una colaboración única entre dos maestros luthiers, Manuel Hernández y Victoriano Aguado Rodríguez, quienes se conocieron mientras trabajaban juntos en una fábrica de pianos y posteriormente se aventuraron en la construcción de guitarras. A lo largo de su historia, estos artesanos se hicieron un nombre en el mundo de la música, con guitarras que fueron tocadas por músicos ilustres como John Williams, Julian Bream y Atahualpa Yupanqui.

La guitarra en cuestión, fabricada en 1972 y numerada como la 103, es una rareza absoluta y se encuentra en un estado de conservación excepcional para un instrumento de su época. Está construida con materiales de la más alta calidad: su tapa es de cedro, mientras que el fondo y los aros son de ciprés. A pesar de su apariencia que podría llevar a pensar en un instrumento flamenco, esta guitarra está diseñada como una guitarra clásica y ofrece una respuesta, un color tonal y una facilidad de ejecución de clase mundial.

Un detalle interesante de esta guitarra es la firma de A. Castro en el refuerzo trasero, lo que denota la estrecha relación entre Hernández y Castro, quien sustituyó a Victoriano Aguado en la sección de pulido francés cuando este dejó el taller por razones de salud en 1970. La etiqueta de la guitarra también lleva la inscripción “Para nuestro operario con cariño”, lo que resalta la colaboración y el aprecio entre los maestros luthiers y sus colaboradores.

A pesar de ser una guitarra de época, esta guitarra ha mantenido su integridad estructural de manera perfecta, sin grietas ni reparaciones. Algunas marcas superficiales en el barniz son el único testimonio de su uso a lo largo de los años. Además, se destacan los afinadores Rodgers especialmente encargados, que reemplazaron a los desgastados afinadores Fustero debido a años de intensa interpretación. Esto contribuye a la riqueza y madurez de tono excepcional que ofrece esta guitarra, junto con una gran apertura y una notable facilidad para tocar.

Esta guitarra M. Aguado y V. Hernández de 1972, número 103, es un testimonio de la artesanía excepcional y la colaboración entre dos maestros luthiers en el mundo de las guitarras clásicas. Su estado de conservación, la calidad de sus materiales y su sonido único la convierten en una pieza valiosa y deseable para cualquier amante de la música.

Sobre el Constructor / Luthier

Hernández y Aguado

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