Esta guitarra perteneció a Manuel Fustero Bosque, quien ha sido una referencia mundial en la construcción de clavijeros para guitarras e instrumentos de cuerda pulsada. Manuel Fustero fue además un notable guitarrista, y también tocaba la bandurria y el piano. Posteriormente, fue tocada por su hijo Carlos Fustero, y actualmente está en un estado sorprendente, como si estuviera recién salida del taller. Esta guitarra Ignacio Fleta del año 1977 fue entregada como muestra de agradecimiento a Fustero, ya que este, junto a sus hijos, fue quien construyó la máquina de cortar trastes que usaba Ignacio fleta para construir las guitarras en su taller.
Al entregar esta guitarra a Fustero, Fleta le adelantó en el listado de espera para adquirir una de sus guitarras que era de unos 20 años aproximadamente, y Fleta se mostró siempre inflexible con todos aquellos que querían acortar el tiempo de espera por desorbitadas que fueran las ofertas que se le hacían.