Guitarra Ribot y Alcañiz construida aproximadamente en el año 1890 en Barcelona, no posee la etiqueta completa, pero se aprecia perfectamente la información.
Jaime Ribot ocupa un lugar destacado entre los constructores históricos de la ciudad de Barcelona junto con Enrique García, Francisco Simplicio, Marchuet, Pedro Pérez, Bautista Alcañiz, Agustín Altamira, Francisco España o Ignacio Fleta entre otros.
Jaime Ribot y Bautista Alcañiz formaron la firma Ribot y Alcañiz en Barcelona, cuyo taller estaba situado en la calle Ancha hasta el año 1920. Al finalizar la colaboración conjunta entre Ribot y Alcañiz, Jaime Ribot continuó construyendo con su propia etiqueta y contó con la ayuda de su hijo Juan Ribot, quien falleció prematuramente en 1918 y fue un notable constructor y excelente ejecutante de instrumentos de plectro.
La calidad sonora de esta Ribot y Alcañiz es altísima, destacando su claridad y pureza. Las maderas utilizadas para la tapa son el abeto, y palosanto para los aros y fondo.
La boca de la guitarra tiene una roseta ancha con un negro profundo que resalta las decoraciones en nácar en forma de flores que lleva incrustadas. La forma de la cabeza no está inspirada en la silueta clásica de torres y el clavijero es mecánico.
A pesar de ser una guitarra de mucha antigüedad, el instrumento es muy sólido y está en perfectas condiciones para su uso. La plantilla es característica, siendo ancha de caja, y el puente utiliza un sistema antiguo en el que las cuerdas se apoyan sobre la madera, sin utilizar hueso.