Guitarra Antonio Marín del año 1997, construida en Granada, España. Se trata de un modelo de Llaves original de Fernando Alonso.
En la barra del interior se lee, enero de 1997, número 958, y posee además de la etiqueta original, una etiqueta de Casa Sors en la que se lee que es la guitarra de llaves número 14 de la calle madrazo 52
En este caso se trata de una guitarra verdaderamente excepcional y llena de historia, ya que cuenta con el sistema de Llaves ideado por Fernando Alonso. Esta fue la guitarra que Fernando Alonso Mercader, fundador de Casa Sors, utilizó para versionar muchas de sus versiones para guitarra de música universal.
La guitarra de llaves, conservando la estructura y afinación de la guitarra actual, permite al guitarrista que lo desee utilizar las llaves para tener más recursos armónicos adicionales y posibilidades compositivas extra. Esta guitarra Antonio Marín es un magnífico ejemplar de la calidad de sus mejores guitarras.
Se trata de una gran guitarra de concierto, con una gran proyección de sonido, claridad y calidez en el sonido. El sonido de esta guitarra es asombroso, y se aprecia al instante que durante más de 20 años ha sido cuidadosamente tocada por Fernando Alonso, y es que la pulsación de este ha hecho que el sonido de la guitarra haya mejorado sin lugar a dudas. Esta guitarra Antonio Marín de 1997 destaca por su gran proyección, equilibrio y color del sonido, razones por las que las han preferido grandes maestros internacionales de este instrumento.
Las maderas utilizadas en esta guitarra de 1997 son las de pino abeto para la tapa armónica, palo santo en los aros y el fondo y ébano en el diapasón. Esta Marín del 1997 se encuentra en un estado excelente. La guitarra es estéticamente preciosa, con una decoración justa y elegante.
Antonio Marín tiene muy presente lo que le dijera quien fue discípulo predilecto del universal guitarrista Miguel Llobet, el barcelonés Domigo Prat en su diccionario: “Para terminar diré que es la guitarra uno de los más grandes y bellos instrumentos, con gamas y sonoridades, que le dan una absoluta independencia, ya que a diferencia de la mayoría de ellos se basta a sí misma”. Y éste es el concepto que Marín tiene del instrumento, desde que hiciera aquella guitarra que solo le sirvió para saber lo que no debía hacer.